jueves, 28 de agosto de 2008

De colores y sencillas alucinaciones

La canción es uno de los géneros musicales más antiguos y con mayores proyecciones a futuro en el mundo. Desde la Grecia antigua, pasando por la Edad Media y atravesando toda la Modernidad, la canción se renueva al ritmo de la historia y de las nuevas tecnologías.
Podría decirse que GEMA arrastra, humildemente, una tradición cancionera ligada a la trova latinoamericana, y en algún punto a la “chanson” francesa, pero también a autores de canciones menos convencionales como Adrián Paoletti, Flopa o Ariel Minimal, sumando la intervención del factor electrónico como una pieza clave del repertorio que a muchos remitiría a Bjork. Esto le permite a GEMA pronunciarse como un nuevo proyecto de vanguardia, en lo que a canción se refiere.
.Integrada por Paula Ferreyra (voz), Ileana Pérez (vibrafón, chapa, guitarra), Rosalía Pérez (violoncello), Mara Preisz (programación, teclas, coros, fx) y Analía Vega (violín), GEMA es una banda que fusiona elementos de la música clásica, latina, folclórica y de rock con elementos de la música electrónica creando climas de diferentes texturas jugando con las experiencias sensoriales de los espectadores.
El show comenzó con algunos minutos de retraso y algún inconveniente técnico que no perturbó en absoluto el clima de sorpresa que se vivía en la sala. Con un escenario adornado con tules y una muy buena puesta de luces, la banda desarrolló un prolijo repertorio de bonitas canciones experimentales alimentadas por una variación poco convencional de instrumentos en fusión con bases secuenciadas y la suave voz de su cantante Paula Ferreyra.

Mientras se desarrollaba el espectáculo, las canciones eran adornadas con la participación de músicos invitados como Viti Alba (vientos) y Pachi Herrera (charango) de Inti Huayra, Jenny Náger (guitarra, voz, trombón vocal), Mariana Ochiuzzi (flauta traversa) y Lucía Rivarola (bajo, voz). En las butacas, un público silencioso y abierto a las sorpresas.
Con un agradable show de una hora y media, y diversas alteraciones musicales, climáticas y sensoriales, GEMA demostró que, en un género tan antiguo y ecléctico como la canción, la experimentación y la creatividad no tienen límites.
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En esta ocasión, la crónica fue realizada por Santiago Pfleiderer. Gracias por la colaboración!

1 comentario:

  1. Yo las escuché y me parecieron muy malas. No podría decirse NUNCA que "GEMA arrastra, humildemente, una tradición cancionera ligada a la trova latinoamericana, y en algún punto a la “chanson” francesa". Gema no arrastra ninguna tradición, sólo conceptos del pasado prendidos como escarapelas de jardín de infantes.
    Por otro lado, es notable la obsesión noventosa que tienen con Björk. Leí varias notas sobre ellas y siempre se abre el paraguas contra esta idea. Por ejemplo en esta misma nota... "sumando la intervención del factor electrónico como una pieza clave del repertorio que a muchos remitiría a Bjork". Basta con escuchar el final de la canción "circular", cargada en el reproductor de esta página, para encontrar un EXPLÍCITO robo a Hunter, de.... chanán.... Björk.
    El uso de los "recursos electrónicos" es paupérrimo y todo el resto es mera SUPERPOSICIÓN, sin criterios compositivos originales, de instrumentos.
    Hablando de eso... la voz también es un instrumento. Si uno no la trabaja, al menos debe ofrecer cierta personalidad. Acá falta lo uno y lo otro.
    Evidentemente jamás trascenderán la escena local, porque sólo en una ciudad chica pueden tener éxito (que tampoco lo tienen)... en lugares más conectados con la realidad, no pasan del myspace.
    Espero que publiquen este comment!
    Saludos!

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