jueves, 25 de junio de 2009

Música para desatornillar cabezas





Cuando la música entra y sale por los poros de nuestros sentidos, nada más tiene que importar, sólo lo que ella nos diga, lo que nos sugiera. Y así fue, otra vez más, en los frescos –aunque cálidos- martes musicales que nos brinda el ciclo Ensayo de Orquesta del Cineclub Municipal Hugo del Carril.

El pasado martes 23 de junio le tocó el turno a La Desatanudos, una de las mejores bandas de free jazz y fusión contemporánea de la ciudad de Córdoba.
La banda conformada por Darío Íscaro (guitarra), Gustavo Lorenzatti (contrabajo) y Fernando Caballero (batería) nos brindó un impactante espectáculo de una hora y media en el cual desarrollaron un repertorio de temas propios y –obviamente- alocados, experimentales y maravillosos donde pareciera que la música es creada desde la nada.

Los múltiples efectos de la guitarra y amplio abanico de pedales iban tirando destellos sonoros disonantes y en tiempos irregulares, acordes y notas al aire como un flash fuera de control –aunque perfectamente medido- al tiempo que el contrabajo de Lorenzatti era vilipendiado por duros golpes a modo de escalas infernales y subterráneas a punto erupcionar cuando eran apaciguadas por el fino arco que lo hacía gemir o roncar; suaves o duros sonidos y aromas de madera, como el vino que embriaga y nos pierde en sensaciones nuevas. Y atrás de la guitarra y el contrabajo, dándole duro a los parches, estaba Caballero, eximio baterista y arreglador, quien con una Yamaha de una belleza desconocida, de plomo y diamante, hizo vibrar la sala con un poderío descomunal y adornarla con las sutilezas que sólo un maestro puede utilizar.
Sonidos de jazz, de metal, de rock, de tangos, incoherencias absolutas –pulcramente medidas-, tranquilidad y terremotos fue lo que nos dejó La Desatanudos. Y las ganas de más, de mucho más.



Crónica: Santiago Pfleiderer
Fotos: Irupé Medina

No hay comentarios:

Publicar un comentario