viernes, 12 de junio de 2009

Mágica noche de Jazz






Por una hora y media, un rincón de Córdoba se convirtió en New Orleans. Pantanos, campos algodonados, almidones. Pueblos y ciudades de tierra, maderas crujiendo. Es que la música nos puede trasladar por todos los lugares del mundo y más allá del tiempo.
Al entrar, uno se imaginaba un desfile de negros grandotes y chiquitos, oscuros trajes y sombreros de copa o camisas a rayas y pantalones con tirador. Pero no: en la sala mayor del Cineclub Municipal Hugo del Carril estaba tocando la orquesta cordobesa Small Jazz Band, sala en la que todos los martes a partir de las 20:30 horas hay lugar para los músicos locales.
La banda de jazz con más trayectoria en Córdoba nació en el año 1981 y, con una formación que recrea repertorios de las primeras bandas de jazz de la década de 1920, viaja por toda la Argentina y el mundo llenando los oídos de la gente con el más hermoso jazz tradicional y los corazones de humor.
“Sweet Georgia Brown” fue el tema de inicio del espectáculo, a sala repleta. La corneta y el clarinete de Francisco Castillo estallaban en paroxismos junto al saxo alto y al trombón de Luís Alasino, al tiempo que los tonos más graves eran lanzados al aire por la imponente tuba de Roque Celis y una batería loca y retraída a los tiempos era ejecutada a la perfección por Javier Machado, todos teñidos bajo la luz del banjo, cuerdas mágicas tocadas por Alejandro Kras.
El espectáculo contó con un repertorio especial basado en el documental Wild Man Blues, del genial cineasta y clarinetista Woody Allen, quien con su banda presenta en giras temas clásicos del jazz tradicional. Sonaron, así, temas como “Freeze Out” de Clarence Williams, “Old Rugged Cross” de Bennard, “Muskrat Ramble” de Edward ‘Kid’ Ory, y “Wild Man Blues” de Armstrong & Morton entre tantísimos más. Sumado al bello sonido del bronce y la tabla de lavar, se sumó la maravillosa voz de María Fernanda Altamirano, quien tiene una estupenda voz blusera y supo estar al frente de excelentes bandas como Big Mama, Proyecto Aphostol y Lady Blues.
Dentro de lo magnífico del show, de la altísima calidad de ejecución instrumental en solos y arreglos, y de la capacidad interpretativa del jazz tradicional norteamericano, es válido rescatar es cálido e ingenioso humor del director de la orquesta, Francisco Castillo: No hubo miembro de la banda que no hubiera sido cargado por las bromas y chascarrillos del clarinetista, logrando complicidad con el público y adornando los espacios entre tema y tema con risas y humoradas rápidas e ingeniosas.
Pasó así por el Ensayo de Orquesta la Small Jazz Band dejando colores de bronce y madera, dejando aromas de hierba y sonrisas.

Crónica: Santiago Pfleiderer
Fotos: Irupé Medina

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