Así fue el recital de Lautremont y el Sexteto Rústico. Una mezcla de sonidos densos y distorsiones, bases casi electrónicas, y arreglos de piano, clarinete y contrabajo.
Un párrafo aparte merece la intervención del VJ Chango Roots, que se lució con un set de imágenes –con formato blanco y negro- , que evocaban sentimientos de terror, miedo y misterio (acorde con el nombre de la banda, y en referencia al poeta Isidore Ducasse)
.
La propuesta fue innovadora y novedosa, tanto para el público como para las bandas. En ese sentido, se entiende que falte mejorar algunos puntos flojos: demasiado predominio de la parte eléctrica, y segmentos un tanto lineales para el público que no está acostumbrado a ese tipo de música. Pero sin lugar a dudas el saldo de esta experiencia fue positivo. Que se repita.
Crónica: Andrés Moreno // Fotos: Irupé Medina
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