Y el show comenzó abajo del escenario: por una de las puertas laterales, apareció la banda, como una murga que recorría alguna ciudad. Con un vestuario desopilante (todos usando vestidos de mujer) fueron subiendo a las tablas, y –ahora sí- comenzó la presentación del disco.
El recital se dividió en dos partes: arrancaron tranquilos, con temas a medio tempo y letras románticas –“estamos enamorados”, diría acertadamente el presentador-, y una segunda mitad del show a puro delirio, fiesta y descontrol. La sala estaba a medio llenar, y una mayor convocatoria hubiera dado como resultado una de las mejores presentaciones en el ciclo.
Buscar algún punto anecdótico o nota de color en este recital no tiene mucho sentido: todo el show en sí es una gran mezcla de música, teatro y absurdo. El concepto de “feria ambulante” que propone el arte del disco y de los shows es la mejor metáfora para definir las presentaciones de La Pata de la Tuerta: nos amontonamos cerca del escenario para ver algún tipo de fenómeno, algo que quiebre con lo cotidiano y nos saque un poco de la realidad.
Para el final, luego de que el público también tomara posesión de las tablas, volvieron al formato murga y emprendieron su regreso por donde había venido, esta vez llevándose a la gente con ellos. Eran cerca de las 10 de la noche, y los transeúntes que pasaban por la puerta del cineclub no entendía bien que estaba pasando: Los chicos de La Pata de la Tuerta, a puro bombo y trompetas, rodeados de gente saltando, bailando y cantando, estaban terminando su show.
Crónica: Andrés Moreno // Fotos: Irupé Medina // mirá más fotos en el fotolog
uuuuuuuuuuuuuuuuu buenísima tocada!!! lástima q hubo poca difusión, me enteré d carambola, poca gente, no saben lo q se perdieron... aguante la pata, un bandon
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