jueves, 23 de octubre de 2008

Unplugged cordobés...


El semi-acústico de Juan Terrenal fue sin duda uno de los shows más logrados que pudimos ver en el ciclo. Claro, no hay que olvidar que los “Terrenales” son una de las bandas más importantes de la provincia, con una trayectoria y recorrido envidiables.
En el escenario prácticamente no quedaba espacio sin utilizar: varias pantallas recortadas –sobre las que se proyectarían imágenes durante el show-, computadoras, músicos invitados, y dirigiendo la orquesta a Miguel Amaya, frontman de Juan Terrenal.
La banda aprovechó la ocasión para recorrer su historia, a tiempo que proponía diferentes atmósferas: haciendo reversiones, acercándose más al formato eléctrico, invitando a músicos amigos (gente de La Traktora y Sayón).
Así, fueron pasando una a una las canciones. Nos dejaron ver su lado más oscuro, pero demostrando que su música va más allá: pueden incursionar en otros ámbitos y ritmos, pueden sonar pesados, luego acercarse al pop e incluso animarse a un reggae.
Y si bien en un principio manifestaron cierta incomodidad con el formato acústico y las características del lugar, con el correr de los temas el ambiente se fue distendiendo, dando espacio a un contacto más fluido con el público, que pudo disfrutar de una propuesta artística que –en todas sus facetas- colmó las expectativas.


Una vez más quedó demostrando que el rock de Córdoba camina por si solo, y que hoy por hoy no tiene que envidiarle nada a nadie.

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